martes, 14 de julio de 2009

Jaime: Todos podemos visualizar nuestro futuro. La realidad es lo que percibimos con nuestros sentidos. No importa si algo es real o no, si lo vemos y creemos en lo que vemos, entonces era real. Materializar algo que no existe y volverlo real: ese es el poder de la visualización. Para visualizar es importante el detalle. No alcanza con ver la escena en general, sino cada detalle en particular. Los sentidos son fundamentales. Poder percibir los olores, las texturas, los sabores. Visualizar en nuestra mente hasta que parezca real. Y cuando la realidad está a mucho de nuestros deseos, hay que concentrarse aún más.
Mar: ¿Cómo es esto de la visualización?
Jaime: Yo me imagino algo, hasta que puedo verlo. Lo puedo ver nítido, como si fuera real. Y así, voy teniendo todo lo que quiero, lo que sea. Todo lo que te pasa, lo que sos, es porque alguna vez lo pensaste. Lo hayas querido o no. Yo me inventé a mí mismo, ¿sabés? Cuando mi familia había perdido todo, yo no quería volver a lo que era antes. Entonces, imaginé que era alguien importante. Íbamos a fiestas, a reuniones de nivel, y yo me mostraba como quería ser. Y así fue. Entonces, si yo pude hacer eso, sé que con Luna también voy a poder hacer lo mismo. Sólo tengo que visualizar.
Mar: Pero, me parece que es un poco ingenuo eso, Caniche
Jaime: No por eso menos cierto. Lo que deseás, si lo visualizás, se materializa. El deseo es como una película que se proyecta en nuestra mente. El deseo es muy poderoso y sagaz: siempre encuentra la manera de materializarse. Nuestra realidad de hoy está construida por nuestros pensamientos de ayer. Todo lo que nos pasa, lo que somos, lo que tenemos, existe porque antes lo pensamos. Hay que aceptar nuestra responsabilidad en lo que nos pasa, porque nuestra realidad es la materialización de lo que alguna vez deseamos. El deseo es una fuerza misteriosa. El deseo es energía en movimiento. El deseo propio o ajeno nos obliga tomar decisiones, a verlo o a ponerle un velo. El deseo es un imán: atraemos lo que visualizamos, lo bueno y lo malo. Porque nadie llega a ningún lugar si antes no lo deseó. Y yo quiero para mi futuro llegar a un lugar hermoso. Ese lugar es Luna, porque Luna es más que mi novia, mi amor. Luna es donde quiero vivir. Entonces, vos Trompita te podés reír de mí, me podés decir ingenuo, iluso, pero yo quiero visualizar mi futuro. Porque creo en la fuerza del deseo.
Mar: Sos un crack, Caniche.
Jaime: Visualizar, imaginar, desear de corazón y con pasión. Eso va configurando nuestra realidad, nos abre el camino, nos da esperanzas. El deseo es el testigo de lo que nos falta. El deseo es la película de la vida que queremos vivir, podamos visualizarla o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario